Thursday, January 22, 2015

Aprendiendo la ciencia del alma - I

Entendiendo el propósito de la vida humana 
¿Quien es usted?... ¿Es usted su cuerpo?... ¿o su mente?... ¿o quizás es usted algo más elevado?... ¿Sabe usted quien es, o sólo cree que lo sabe? Y, ¿acaso importa mucho? Nuestra sociedad materialista, sumida en la ignorancia, ha hecho que prácticamente sea un tabú investigar acerca de nuestro verdadero yo superior. Al contrario, empleamos nuestro valioso tiempo en mantener, adornar y mimar el cuerpo, sólo para provecho de él. ¿Hay alguna otra alternativa? 
Este importantísimo movimiento para la conciencia de Krsna tiene por objeto salvar a la sociedad humana de la muerte espiritual. En la actualidad, la sociedad humana está siendo descarriada por líderes que están ciegos, pues desconocen el propósito y objetivo de la vida humana, que consiste en la autorrealización y en el restablecimiento de nuestra perdida relación con la Suprema Personalidad de Dios. Eso es lo que falta. El movimiento para la conciencia de Krsna está tratando de iluminar a la sociedad humana en relación con este importante tema. Según la civilización védica. la perfección de la vida consiste en comprender nuestra relación con Krsna. con Dios. Por la Bhagavad-gfra. aceptado por todas las autoridades de la ciencia trascendental como la base de todo el conocimiento védico. entendemos que no sólo los seres humanos, sino también todas las demás entidades vivientes, son partes integrales de Dios. 
La función de las partes es servir a la totalidad, tal como la función de las piernas, las manos, los dedos y los oídos es servir a todo el cuerpo. Nosotros, las entidades vivientes, siendo partes integrales de Dios, tenemos la obligación de servirle. En realidad, nuestra posición es estar siempre sirviendo a alguien, ya sea a nuestra familia, nuestro país o nuestra sociedad. Si no tenemos a quién servir, a veces criamos un gato o un perro y le servimos. 
Todos estos factores prueban que nuestra función constitucional es servir: sin embargo, a pesar de estar sirviendo lo mejor posible, no nos sentimos satisfechos. Ni tampoco queda satisfecha la persona a quien estamos sirviendo. 
En el plano material, todo el mundo está frustrado. La razón de ello es que el servicio prestado no está siendo encauzado correctamente. Si queremos servir a un árbol, por ejemplo, debemos regar la raíz. Poco se gana con regar las hojas, las ramas y las ramitas. Si se sirve a la Suprema Personalidad de Dios, quedarán automáticamente satisfechas todas las demás partes integrales. En consecuencia, todas las actividades de bienestar, así como también el servicio a la sociedad, la familia y la nación, se cumplen al servir a la Suprema Personalidad de Dios.

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